No ocurre tanto ahora, pero décadas tras los artistas comenzaban muy jóvenes, razón por la que solían abandonar sus estudios siendo niños y, convirtiéndose así en seres vulnerables y utilizados por la maldad de este mundo; que no es poca. Melody es un recordatorio de esa época. Anoche, en el Hormiguero concedió una entrevista divertida y simple, sin pronunciamientos políticos, que ni le corresponde ni está obligada a hacer. Clamó al amor de su público y dijo sentirse orgullosa de ser española (orgullo nada recomendable ahora que España está en manos de mafias peligrosas y bandas de delincuentes organizadas; “La PSOE Del Sánchez”, un verdadero Hampa de degradación y corrupción sin límites, y del que los españoles parecen no tener noticias).
Cierto que Melody podría reactualizar su retórica, dejando atrás esos fluidos de folclórica rancia, cuyo mensaje de orgullo patrio imponía Franco, y que ahora, se anuncia en los tabloides de the Telegragh o New York Time como país; España, ejemplo a no imitar para no acabar en la miseria social, política y económica.
La fétida T.V.E. aprovechó el certamen para mostrar al mundo su apoyo al terrorismo y a la criminalidad de Hamas, como legitima el AMO de la casa y, Melody, simplemente fue objeto de las circunstancias. Anoche, podría haber desvelado la cantante tejemanejes que la han perjudicado de manera indirecta, pero ¿estaba ella al corriente? ¿Le merece la pena a sabiendas de que quien alza la voz acaba pulverizado en la autocracia de Sánchez?
En el año 1968 Franco decidió que España ganara Eurovisión, quizás con la peor canción compuesta por el Dúo dinámico, para lo cual, el caudillo inyectó una buena suma económica al certamen. ¿Estaba Massiel al tanto?
Como vemos, el estiércol siempre se utilizó como fertilizante, no es cosa de ahora. Temas de reciclajes.
